Definición del idioma

Algunas tecnologías de apoyo requieren conocer el idioma del documento que deben procesar para ofrecer un funcionamiento adecuado. Es el caso, por ejemplo, de los lectores de pantalla con sintetizador de voz, que necesitan saber en qué idioma deben pronunciar el texto que leen a cada momento. Esta información sobre el idioma puede ser útil incluso cuando la tecnología de apoyo que se esté usando no resulte compatible con la lengua del documento ya que, en tal caso, la persona usuaria podrá buscar una solución o alternativa.

Por todo ello, es importante definir un idioma de uso general en la configuración o propiedades de un documento de texto o página web y, de igual manera, si a lo largo de un texto se dan cambios de idioma (por ejemplo, por el uso de citas o neologismos) también es importante indicarlo adecuadamente.

Cuando una determinada tecnología de apoyo está preparada para hacer uso de la información sobre idioma del documento en el entorno de edición de un procesador de textos (por ejemplo, Microsoft Word), usualmente, buscará esa información en los mismos ajustes que definamos para las opciones de corrección ortográfica y gramatical, o bien, en algún otro apartado de propiedades generales del documento. Sin embargo, debemos tener siempre presente que cuando convirtamos ese documento a otro formato de archivo, como suele ser el caso de la exportación a PDF, la información sobre el idioma del texto podría perderse durante el proceso y si ocurre, entonces será necesario volver a definir el idioma en el archivo ya exportado y desde el programa específico para la visualización y configuración del nuevo formato. Siguiendo el caso de los documentos PDF, esto querría decir definir el idioma del documento desde Adobe Acrobat o algún otro lector o editor de PDF que permita añadir éste y otros metadatos al documento.